noticias estupidas!

Los pechos de silicona le salvaron la vida

Una mujer ha sobrevivido a un accidente de coche en Bulgaria gracias a los implantes de silicona que llevaba en el pecho, que sustituyeron al airbag que no incluía su vehículo. La mujer, que tenia 24 años, se salto un semaforo y choco contra un coche. Según la policia, los implantes de silicona le salvaron la vida, aunque estos estallaron en el momento del impacto.

bélgica permite sexo con animales

Una corte belga declaró inocente a un hombre que mantuvo relaciones sexuales con varios animales y que luego publicó fotos de sus actos en internet.
El juzgado de Antwerp no se dejó convencer por los relatos del acusado, quien reconoció que abusó de varios animales durante dos años. Tampoco se sorprendió al descubrir que trabajaba como voluntario en un santuario de animales y le restó importancia a las miles de fotografías que publicó en internet, haciendo gala de su zoofilia.
En consecuencia, los magistrados argumentaron que el “amante de los animales” no podía ser procesado por sus actos, pues no están penados por la legislación belga. Un representante de la organización protectora de la fauna “Gaia” destacó que “el veredicto le otorga una victoria a la gente que abusa de los animales”.
No obstante, el abusador fue obligado a pagar 500 euros (640 dólares) por otra cosa que violó: la ley de decencia pública.

Un pedo obliga a un avión a aterrizar

Un vuelo de American Airlines con destino a Dallas tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Nashville, Tennesse, cuando varios pasajeros señalaron la presencia de un olor sulfuroso. En lugar de pensar que viajaban con un tipo tan cochino como idiota, debieron achacarlo en seguida a un ataque terrorista. Un ataque terrorista organizado por el Coyote de los dibujos animados, porque otra cosa…También podría ser el inicio de la famosa parodia de la serie de televisión de unas personas que sufren un aterrizaje forzoso en una isla desierta: Peídos. El avión tuvo que aterrizar para un registro completo del aparato, tripulación y pasajeros. Una mujer admitió entonces que había encendido una cerilla para ocultar cierto “olor corporal”. Finalmente el avión retomó su ruta, pero, aunque no se le ha culpado del incidente, a la mujer no se le permitió volver a subirse al aparato. Son unos rencorosos: hubiera sido peor que el avión hubiera tenido que aterrizar porque hubieran olido “otra cosa” y lo hubieran achacado también a una acción terrorista.